Fecha de publicación: 19 de mayo de 2024
Cada 19 de mayo se conmemora el día mundial de las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) con el propósito de que las personas en general y los organismos públicos y privados sean más conscientes de las necesidades que tienen quienes viven con alguna de ellas.
Como la Fundación y ONG IAPO explica que, "a pesar de no ser una enfermedad minoritaria, los enfermos de EII se enfrentan de manera habitual al desconocimiento de la enfermedad y a la invisibilidad de estas patologías ante la sociedad".
En este artículo queremos dar a conocer más detalles de lo que significa vivir con una EII, sus tratamientos y cómo nuestra app puede ser de mucha utilidad para quienes deben comer diferente a causa de alguna de ellas.
Las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) son aquellas que provocan una inflamación continua y grave en algunas zonas del aparato digestivo. Se categorizan como un desorden inmunológico complejo, caracterizado por una condición inflamatoria crónica con períodos de remisión y actividad.
Sus principales síntomas afectan a órganos como el intestino, pero también pueden causar síntomas no digestivos, como artritis, problemas a la piel y a los ojos, osteoporosis o complicaciones en los riñones.
Con respecto a su origen, la medicina todavía lo considera como incierto y desconocido. No obstante, sí hay algunos aspectos que han sido más estudiados y han dado los siguientes resultados:
Existen dos tipos distintos de enfermedades inflamatorias intestinales, las cuales se distinguen una de otra por sus síntomas y por los órganos comprometidos. Aunque son diferentes, ambas pueden desencadenar crisis graves y desnutrición.
Colitis Ulcerosa (CU): el signo principal de la CU es la diarrea mucosa hemorrágica, es decir, con sangre, porque afecta la mucosa interna del intestino grueso (colon y/o recto). El dolor abdominal ocurre en el 50% de los casos y, generalmente, cede luego de la defecación. Se produce pérdida del apetito, baja de peso, fatiga, náuseas y vómitos, los cuales pueden causar anemia, entre otras carencias nutricionales.
Enfermedad de Crohn (EC): se caracteriza por presentar lesiones e inflamación en cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano en forma discontinua y profunda, afectando todo el grosor de la mucosa. Puede provocar edema y fístulas en las mucosas del sistema digestivo, obstrucción intestinal, problemas para absorber nutrientes y digerir alimentos, aftas y abscesos.
De acuerdo a un artículo médico publicado por la clínica Las Condes en Chile, titulado "Epidemiología de la enfermedad inflamatoria intestinal", en Occidente la incidencia y prevalencia de las EII ha aumentado en los últimos cincuenta años. La mayor incidencia anual de EC se encuentra en Norteamérica, mientras que la incidencia anual de CU es mayor en Europa.
Por otro lado, en áreas donde la prevalencia era tradicionalmente mucho más baja, como China, Corea del Sur, India, Líbano, Tailandia y África del norte, la prevalencia parece estar aumentado en paralelo a su mayor industrialización y occidentalización.
Además, indicó que en Latinoamérica existen pocos estudios epidemiológicos en EII. A pesar de las pocas publicaciones, algunos han reportado un crecimiento en la frecuencia tanto de EC como de CU en Brasil. En el resto de los países latinoamericanos las publicaciones médicas constituyen reportes de centros aislados, zonas geográficas específicas o no están actualizados.
Estos mismos estudios han demostrado también que las enfermedades inflamatorias intestinales:
Estos aspectos coinciden con los resultados de otro estudio publicado en 2021, en el cual se concluye que "una dieta occidental es considerada como factor de riesgo para el desarrollo de EII, ya que está asociada a la disbiosis (una alteración de la microbiota intestinal) y de la inmunidad del huésped". Sin embargo, se necesitan más estudios para confirmar que realmente la ingesta excesiva de productos procesados y carbohidratos o azúcares refinados son factores relevantes en su causa e incidencia a nivel mundial.
Su diagnóstico debe hacerlo un especialista gastroenterólogo, a través de exámenes generales de sangre y deposiciones, imagenología, endoscopía y colonoscopía (estas dos últimas con biopsias).
El médico, además, se encargará de descartar otras enfermedades que pueden tener síntomas similares, como la enfermedad celíaca, colitis alérgica o eosinofílica, colitis microscópicas (colitis linfocítica o colágena), alguna infección bacteriana y/o otra enfermedad autoinmune.
Estas enfermedades son de carácter crónico y fluctúan en períodos de actividad y remisión, afectando de manera importante la calidad de vida de quienes las padecen. Como todavía se desconoce con exactitud el origen de la enfermedad, no se ha encontrado una cura. Por eso, las EII requieren de tratamientos prolongados o permanentes, aunque en algunos casos igual puede ser necesaria alguna cirugía.
La finalidad del tratamiento es controlar la inflamación y suprimir los síntomas, es decir, alcanzar la remisión y, luego, continuar sin síntomas con tratamiento para mantener la enfermedad bajo control (tratamiento de mantenimiento). Por esta razón, se utilizan fármacos antiinflamatorios como los corticoesteroides, los inmunosupresores y los fármacos biológicos. En caso de carencias nutricionales, el médico tratante también puede recetar vitaminas y minerales, entre otros, para suplementar y evitar otros riesgos para la salud.
En la página oficial de Crohn´s & Colitis Fundations se aclara que tanto la dieta como la nutrición son factores importantes en la vida de las personas con EII. Sin embargo, no hay un tipo de alimentación único que funcione para todos. Por eso, cada gastroenterólogo en conjunto con un nutricionista especialista en EII desarrollan un plan de alimentación personalizado para cada paciente.
Los especialistas sugieren escribir un diario con los alimentos que se consumen cada día y anotar en él cualquier síntoma relevante. Así le es más fácil al paciente identificar cuáles alimentos son mejor tolerados y cuáles no.
Según el caso, el médico puede sugerir eliminar ciertos alimentos cuando hay un brote; pero estas dietas de eliminación solo deben realizarse bajo supervisión, para asegurar que la persona reciba todos los nutrientes necesarios durante ese proceso.
También existen algunas recomendaciones generales, dependiendo si la enfermedad está en remisión o si está en una crisis (brote). A continuación, te dejamos algunas de estas sugerencias nutricionales prácticas:
En caso de remisión o tratamiento de mantenimiento:
En caso de crisis o brotes:
Cuando se vive diariamente con este tipo de enfermedades, muchas veces el comer se vuelve un problema en vez de un placer, porque, como ya vimos, quienes tienen CU o EC deben llevar una alimentación personalizada para lograr una mejor calidad de vida. Pero, ¿cómo conseguirlo sin perder la paciencia en el proceso?
Si por orden médica debes restringir de tu alimentación algunas verduras, frutas, legumbres, lácteos e incluso otros ingredientes comunes, quizás pienses que no puedes comer nada, ¡pero eso no es cierto, porque existe la app de OK to Shop!
Con nuestra app gratuita puedes crear perfiles de acuerdo a tus necesidades. Por ejemplo, puedes seleccionar el Sin Lactosa, Sin Soya, Sin Gluten, Sin frutos secos y muchos más. De esa manera, te aparecerán los productos alimenticios aptos y no aptos según tus restricciones. Además, en el paso 3 de la creación de perfiles, puedes restringir alimentos o ingredientes específicos, como garbanzos, cafeína, manzana, eritritol, etc.
Así que, si vives en Chile, Argentina, Perú o Colombia, ¡descárgala ya desde tu tienda de aplicaciones y encontrarás un mundo de posibilidades!