Cómo influye el estilo de vida en la salud del corazónCómo influye el estilo de vida en la salud del corazón

Fecha de publicación: 30 de septiembre de 2022

Cómo influye el estilo de vida en la salud del corazón

El corazón es un músculo que bombea sangre por todo el cuerpo, a través del sistema circulatorio. Esta sangre transporta oxígeno y nutrientes a los tejidos y órganos a través de los vasos sanguíneos, mientras se lleva desechos metabólicos como el dióxido de carbono.

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) afectan al corazón o a los vasos sanguíneos (venas y arterias). Son la principal causa de muerte en Chile, representando 27,1% del total de las defunciones en el año 2016, con una tasa de mortalidad por accidente cerebrovascular e infarto de miocardio de 46,4 y 44,8 por 100.000 habitantes, respectivamente.

Considerando que en el año 2017 ocurrieron 55 millones de muertes en el mundo y que de estas 17,7 millones fueron por causas cardiovasculares, es importante dar a conocer que el 70% pudieron haber sido prevenidas. (Rev. Méd. Chile vol. 148 no.1 Santiago enero 2020)

De acuerdo a las cifras de la Federación Mundial del Corazón (WHF), "una de cada tres muertes por ECV ocurren prematuramente en personas menores de 70 años y más del 75% de las muertes por ECV ocurren en países de ingresos bajos o medianos, pero el acceso para su atención prematura puede ser un problema en cualquier lugar del mundo". Es por ello que cada 29 de septiembre esta federación realiza una campaña a nivel mundial para su prevención.

¿Cuáles son sus causas?

Estas enfermedades son provocadas por una combinación de factores de riesgo socioeconómicos, conductuales y ambientales. Incluyen: presión arterial alta, dieta poco saludable, colesterol alto, diabetes, obesidad, tabaquismo, enfermedad renal, inactividad física, uso nocivo de alcohol y estrés constante.

Los antecedentes familiares, el origen étnico, el sexo y la edad también pueden afectar el riesgo de enfermedad cardiovascular de una persona. Estos factores no son modificables; en cambio, los hábitos alimenticios y de estilo de vida sí.

Los principales factores de riesgo relacionados a la alimentación son:

  • Las grasas trans: se encuentran en los alimentos procesados. Este tipo de grasas aumenta el llamado "colesterol malo" (LDL) y disminuye el "colesterol bueno" (HDL). Además, perjudica la función de la pared que reviste las arterias, lo que contribuye a un peor funcionamiento y a su acumulativo desgaste.
  • El consumo excesivo de azúcar está asociado a un aumento de los niveles de triglicéridos, de cortisol, de la grasa visceral, de la presión arterial y de la resistencia a la acción hipoglucemiante de la insulina; además de la disminución de los niveles de colesterol HDL.
  • El exceso de sodio en la dieta es un factor de riesgo porque tiene la capacidad de retener líquidos. Esto altera la relación entre presión-natriuresis (excreción de sodio en orina), aumentando la presión arterial.
  • Escasa ingesta de verduras y frutas: no consumirlas predispone a dietas con más calorías y con menos sustancias saludables para el organismo (vitaminas, minerales y antioxidantes). La fibra presente en estos alimentos es una sustancia protectora para el corazón, por lo tanto, su baja ingesta es riesgosa.
¿A qué síntomas debo prestar atención?

Los síntomas de una enfermedad cardiovascular varían según la afección que la persona tenga. Pueden incluir:

  • Dolor, opresión y malestar general en el pecho.
  • Dolor, debilidad o entumecimiento en la mandíbula, las piernas y/o los brazos.
  • Dificultad para respirar.
  • Cansarse fácilmente durante el ejercicio o la actividad cotidiana.
  • Cambios en el ritmo del corazón.
  • Latidos cardíacos muy rápidos o lentos (palpitaciones).
  • Mareos, aturdimiento, fatiga o desmayo.
  • Hinchazón de manos, piernas, tobillos o pies.

Si experimentas alguno de estos síntomas, busca atención médica lo antes posible. Las enfermedades cardiovasculares son más fáciles de tratar cuando se detectan a tiempo.

Si te preocupa la salud de tu corazón, habla con tu médico acerca de las medidas que puede tomar para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, especialmente si tienes antecedentes familiares.


¿Cómo se llega al diagnóstico?

El diagnóstico depende de los síntomas y de la enfermedad que el médico sospecha que puede existir. Se toma en cuenta el historial médico y familiar, los factores de riesgo y el examen físico.

Algunas de las pruebas comunes utilizadas son:

  • Muestras de sangre.
  • Prueba de estrés.
  • Radiografía de pecho.
  • Electrocardiograma (ECG/EKG)
  • Ecocardiograma (Eco)
  • Tomografía computarizada (TC)
  • Imagen por resonancia magnética (IRM)
  • Tomografía computarizada por haz de electrones (EBCT)
  • Cateterismo cardíaco y angiografía coronaria
Tratamientos disponibles.

Los tratamientos para las enfermedades cardiovasculares pueden diferir según la afección. Cada cardiólogo le indica al paciente el mejor tratamiento de acuerdo a todos sus antecedentes. A continuación mencionaremos las medidas generales:

  • Cambios en el estilo de vida: tipo de dieta, rutina de ejercicio, niveles de consumo de alcohol, eliminación del tabaco, entre otros.
  • Medicamentos, incluidos los que tratan factores de riesgo como la presión arterial, diabetes o para disolver coágulos de sangre.
  • Dispositivos como marcapasos o desfibriladores cardioversores implantables (DCI).
  • Procedimientos médicos: cirugía de válvulas cardíacas, cirugía de derivación coronaria u otras.
¿Cómo prevenir las ECV?

Abordar solo un factor de riesgo, como hacer más ejercicio, ayuda, pero para reducir significativamente las probabilidades de sufrir una ECV es importante considerar el estilo de vida como un todo. Esto también aplica para quienes ya tienen alguna ECV, pues mantenerse activos con una alimentación saludable puede ayudarlos a vivir más tiempo y reducir las posibilidades de que la enfermedad empeore.

Los factores de riesgo conductuales —dieta poco saludable, inactividad física, consumo de tabaco y consumo nocivo de alcohol— pueden provocar presión arterial elevada, diabetes, colesterol alto, sobrepeso y obesidad. Por lo tanto, ten en cuenta los siguientes consejos para mejorar tu estilo de vida y, con ello, la salud de tu corazón y de todo tu cuerpo:

  • Evita los productos procesados altos en sodio, como las sopas instantáneas.
  • Cuida tu peso: si tienes sobrepeso, consulta con un nutricionista para que evalúe tu estado actual. Este especialista podrá indicar un estilo de alimentación de acuerdo a tus necesidades y preferencias.
  • Haz ejercicio regularmente: destinar algunos minutos del día varias veces durante la semana te ayudarán a mantener un peso corporal saludable. Estar activo también es una excelente manera de aliviar el estrés.
  • Deja de fumar: si lo haces, el riesgo de enfermedad coronaria se reducirá a la mitad dentro de un año. Si tienes problemas para dejar el tabaco, habla con tu médico para desarrollar un plan personalizado.
  • Evita los ambientes llenos de humo: la exposición al humo de segunda mano aumenta significativamente el riesgo de ataque al corazón.
  • Reduce tus niveles de estrés: hacer ejercicio, respirar profundamente, relajar los músculos, dormir lo suficiente y dedicar tiempo para actividades que amas pueden ayudarte a controlar tus niveles de estrés. Si sientes que tus problemas emocionales te superan, no tengas miedo de buscar ayuda profesional.
  • Mide y controla tu presión arterial: la hipertensión (presión arterial alta) es una de las principales causas de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Por lo general, no presenta síntomas. Es importante controlarla regularmente y tomar la medicación indicada por el cardiólogo.
  • Mide tu nivel de colesterol y triglicéridos: normalmente, tanto el colesterol como los triglicéridos se pueden controlar con una dieta saludable y, si es necesario, con los medicamentos apropiados. Es importante evaluar estos parámetros, ya que pueden estar altos incluso en personas de contextura delgada sin síntomas.
  • Mide tu nivel de azúcar en sangre: tener diabetes o resistencia a la insulina aumenta el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Toma las precauciones necesarias si tienes antecedentes familiares de estas enfermedades e informa al cardiólogo.


Como vemos, cambiar los hábitos alimenticios es una de las principales maneras de cuidar nuestro corazón. Intenta comer con frecuencia alimentos al natural y prepararlos en casa, a base de vegetales, legumbres, carnes magras y frutas. Evita los productos ultraprocesados en tu día a día. Antes de comprar un producto envasado, ten en cuenta la información sobre su composición nutricional disponible en el etiquetado.

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Gracias por leernos.

Publicado por el equipo de OK to Shop.

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