¿Por qué se van a fortificar alimentos con Vitamina D en Chile?¿Por qué se van a fortificar alimentos con Vitamina D en Chile?

Fecha de publicación: 14 de diciembre de 2023

¿Por qué se van a fortificar alimentos con Vitamina D en Chile?

Durante julio de 2022 fue publicado un nuevo decreto que modifica el Reglamento Sanitario de los Alimentos en Chile (RSA). Este entrará en vigencia en 2024 y corresponde a la fortificación de algunos alimentos con vitamina D en ese país, el primero en toda Latinoamérica en hacerlo obligatorio. Pero, ¿a qué nos referimos con fortificación?

Significa la adición de uno o más nutrientes o fibra dietética a un alimento, en una concentración de un 10% o más de la Dosis Diaria de Referencia (DDR) por porción de consumo habitual para un nutriente en particular. Esta adición es una medida práctica en casos de deficiencias de ciertos nutrientes a gran escala dentro de la población.

"Nuestro país es un ejemplo único en América Latina [...]. Tenemos experiencia valiosa fortificando alimentos con ácido fólico, yodo, hierro, vitaminas del complejo B, y hoy sumaremos la vitamina D" explica Rodrigo Valenzuela, académico del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

¿Por qué es tan importante esta vitamina y cuáles son las causas de esta persistente deficiencia? En este artículo te lo explicaremos, junto a un breve resumen de este nuevo decreto.

¿Qué es la vitamina D y cuáles son sus funciones?

Es una vitamina liposoluble esencial para mantener las concentraciones en equilibrio de calcio y fósforo en el cuerpo, contribuyendo a la absorción y retención de calcio, lo cual es fundamental para una adecuada salud ósea.

También tiene un gran rol en la fuerza y coordinación muscular, coopera con el sistema inmunológico y previene enfermedades cardiovasculares, el cáncer e incluso enfermedades neurodegenerativas.

Es importante para la salud y bienestar en general, ya que su déficit se ha relacionado con la hipertensión, altos niveles de colesterol LDL y triglicéridos, intolerancia a la glucosa, resistencia a la insulina y riesgo de diabetes. Además, se le relaciona con marcadores de inflamación elevados, aumento en el riesgo de eventos cardiovasculares, síndrome metabólico y enfermedad periodontal.


¿De dónde se obtiene la vitamina D?

Los seres humanos obtienen la vitamina D principalmente de dos tipos de fuentes: la fotosíntesis en la piel por la acción de la radiación solar ultravioleta B y la alimentación.

Desde los alimentos, las dos formas relevantes son la vitamina D2 (ergocalciferol), obtenida a partir de fuentes vegetales, y la vitamina D3 (colecalciferol), sintetizada en la piel y obtenida a partir de fuentes animales. Sin embargo, actualmente hay algunas variantes de D3 provenientes de algas y hongos.

Las principales fuentes de vitamina D en los alimentos son la yema de los huevos y los pescados grasos, por ejemplo: el salmón, las sardinas y el atún. No obstante, la vitamina D que proviene de los alimentos no se activa a menos que nos expongamos a la luz solar. Esto contrasta con la que proviene de la fortificación o los suplementos nutricionales, pues esta viene activa y el organismo la absorbe de inmediato.

¿Por qué tenemos bajos niveles de vitamina D?

Como los seres humanos obtenemos mayoritariamente esta vitamina cuando nos exponemos a la luz solar (80%) y a través de nuestra alimentación (20%), la pandemia empeoró su deficiencia, pues aumentó la obesidad a nivel mundial y los periodos de confinamiento impidieron que la gente hiciera actividades al aire libre.

En el caso de la obesidad, el factor clave es que el exceso de grasa corporal disminuye los niveles circulantes de vitamina D. "Como es una vitamina liposoluble, la masa grasa del cuerpo la absorbe, lo cual causa mayor deficiencia en personas con sobrepeso y obesidad" agrega nuestra nutricionista Karin Gschwender.

Estudios realizados en el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos en Chile (INTA) muestran un alto porcentaje de deficiencia de Vitamina D en niños y niñas, con deficiencias entre el 78-84%. Las personas mayores de 60 años tienen deficiencias entre 8-67%.

Pero Chile no es el único país donde existe este problema. Aunque la prevalencia de deficiencia de vitamina D a nivel mundial es incierta, ya que los datos en muchos países son escasos, se estima que cerca de 1 billón de personas tienen niveles de vitamina D en sangre inadecuados y que la deficiencia se puede encontrar en todos los grupos étnicos y los diferentes grupos de edad, de acuerdo a las conclusiones de otro estudio.

"Las deficiencias de micronutrientes son comúnmente más prevalentes en países en vías de desarrollo y son el resultado de una ingesta inadecuada o insuficiente de alimentos [...] La deficiencia de vitamina D tiene el potencial de ser un problema de salud pública y la magnitud en Latinoamérica es desconocida" destaca un análisis realizado por World Food Programme (WFP) en Latinoamérica y el Caribe.


¿Por qué la fortificación y no la suplementación?

"Cuando en un país el déficit de un nutriente o micronutriente, como en este caso la Vitamina D, es de tal nivel de envergadura poblacional, pensar en que toda esa población va a poder recibir un suplemento para corregir ese déficit con un jarabe o una pastilla es absolutamente imposible", explica Lorena Rodríguez, subdirectora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile y académica Programa de Salud Global.

Loreto Rojas, docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica y diseñadora de la investigación ENS 2016-2017, menciona que la fortificación debe apuntar a alimentos de consumo habitual, de bajo costo y que se encuentren disponibles para gran parte de la población. De esa manera, la ingesta de esta vitamina será constante.

¿De qué trata el nuevo decreto?

Con el nuevo Decreto 48, el cual modifica el Decreto Supremo N° 977 de 1996 del Ministerio de Salud chileno, existirá la obligación de fortificar con vitamina D3 la leche (líquida o en polvo) y la harina de trigo. Entrará en vigencia desde julio del año 2024.

Esta fortificación es sistemática, permanente y mandatoria, es decir, viene por regulación, no es voluntaria. Esto les asegura a todas las personas que, siguiendo su alimentación normal y sin hacer cambios en su dieta, van a recibir cantidades suficientes de vitamina D para corregir o prevenir la situación de déficit.

El origen vegetal o animal de la vitamina D3 utilizada deberá declararse en el etiquetado nutricional de forma obligatoria, como: "vitamina D3 vegetal" o "vitamina D3 animal", según corresponda.

En cuanto a la harina, deberá ser fortificada como materia prima con vitamina D3, preferentemente vegetal, para luego ser comercializada o utilizada en otros alimentos.


Una ayuda adicional para evitar deficiencias

Si bien este nuevo decreto es una medida muy útil para superar la deficiencia de esta vitamina, es importante destacar que, si no llevamos una alimentación equilibrada, probablemente no tengamos a nuestra disposición todos los nutrientes que necesitamos para estar saludables.

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Publicado por el equipo de OK to Shop.

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