Fecha de publicación: 26 de julio de 2022
Para todo padre y/o madre que desea lo mejor para su bebé es un duro golpe escuchar del médico que su hijo presenta alergia alimentaria. En general, este diagnóstico aparece luego de que el pequeño tenga síntomas recurrentes a nivel gastrointestinal (cólicos, heces líquidas y de olor ácido), llanto frecuente e inexplicable, apatía, dermatitis y retraso en algún aspecto de su desarrollo.
La alergia más común en menores es a la proteína de la leche de vaca (APLV). Según el Primer Estudio de Incidencia APLV en Chile, del año 2017, 4.9% de los niños menores de 2 años sufre de este tipo de alergia. En casos específicos, esta condición podría mantenerse de por vida.
Con esto presente, es imprescindible informarse correctamente sobre esta enfermedad. De esta manera, cada padre, madre, familiar y amigo podrá apoyar el tratamiento y enfrentar esta circunstancia de la forma adecuada.
Es una alergia a las proteínas que se encuentran en la leche de vaca, comúnmente a la caseína. Estas proteínas son similares, estructuralmente hablando, a la soya y sus derivados, así como a la leche de otros mamíferos (cabra, burra, etc.). Sin embargo, pueden haber casos en que una persona presente APLV sin ser alérgico a la soya. Por lo tanto, es el médico tratante quien decide si excluir soya o no de la dieta.
El diagnóstico lo da un pediatra especialista en alergias, un gastroenterólogo infantil o un inmunólogo, después de descartar otras patologías que causan inflamación a nivel gastrointestinal, dérmico y respiratorio.
Si bien los síntomas suelen aparecer en los primeros años de vida, puede ser diagnosticada en cualquier momento de la niñez y, con el tratamiento correcto, tiende a desaparecer a los 2 años, pero siempre hay excepciones.
Consiste en una dieta de exclusión de todos los alimentos que pudiesen contener componentes o aditivos que provengan de la leche de vaca y leches de otros mamíferos.
Durante el periodo de lactancia, la dieta de exclusión la debe llevar a cabo la madre del lactante, debido a que los alérgenos son capaces de traspasar la leche materna. En este lapso también se utiliza leche altamente hidrolizada, la cual debe ser recetada por el especialista.
Una vez terminado este periodo e iniciada la alimentación complementaria (frecuentemente a los 6 meses de edad), se debe continuar con la dieta de exclusión en el niño hasta que los síntomas desaparezcan y/o hasta que el médico tratante lo indique.
Para más información, puedes leer la Guía clínica para Alergia a la Proteína de Leche de Vaca 2021 del MINSAL
En estos casos es imprescindible el monitoreo de la ingesta adecuada de alimentos, ya que las dietas de exclusión se suelen asociar con desnutrición.
Es por eso que el médico o nutricionista a cargo implementa minutas para cubrir los requerimientos de calorías, calcio, zinc, vitaminas y proteínas del niño de acuerdo a su edad y peso.
Para la mayoría de los padres, seguir el plan alimenticio impuesto es una tarea difícil, sobre todo si su hijo va al jardín infantil o ya ingresó a la enseñanza básica. En esa situación, proporcionar colaciones nutritivas y aptas es un desafío adicional al almuerzo.
Con tal de aligerar la carga, nuestro equipo de nutricionistas ha creado algunos ejemplos de colaciones para niños APLV. Estas sugerencias están pensadas para niños entre 4 y 5 años. Si bien estos ejemplos corresponden a alimentos procesados, nuestra recomendación principal es el consumo de diferentes frutas en su estado natural durante los periodos de recreo.
Puedes investigar más sobre los productos que se mencionan en nuestra aplicación gratuita.
Primer ejemplo:
Segundo ejemplo:
Tercer ejemplo:
Estas son alternativas que se pueden conseguir en supermercados. Te recomendamos buscar otras creando un perfil "Apto APLV" en nuestra app. En este perfil puedes elegir restringir o no derivados de soya. De esta forma, encontrarás más opciones similares y otras marcas aptas.
Dentro de lo posible, sugerimos preparar colaciones en casa. Por ejemplo, un postre a base de avena tradicional Quaker (15 gr o 1/4 de taza) con trozos de manzana verde (30gr). También puedes usar pan de molde integral, marca Gorb Vollkorn, untado con mermelada de frutilla orgánica (2 cucharaditas), marca Wilkin & Sons, hummus o queso vegetal. Incluso tienes la opción de huevos duros, pues son una excelente fuente de proteínas.
Como cada caso es diferente, las opciones para colaciones pueden variar. Si tienes dudas sobre cierto producto, consulta al médico antes de dárselo a probar al niño. Ser precavidos es esencial para que el pequeño también sea responsable con lo que ingiere, aprenda a decir NO frente a un alimento peligroso y así mejore progresivamente.
A través de los años, más marcas nacionales e internacionales se han unido para otorgar nuevas opciones a las personas alérgicas alimentarias. Por eso, en OK to Shop actualizamos nuestra base de datos para mantenerte al día con las novedades. Así será más fácil sobrellevar la enfermedad, sin importar la edad.