El objetivo del mindfulness es algo más que meditar: es una técnica que consiste en observar la realidad en el momento presente (la vida aquí y ahora), sin intenciones de juzgar, sin expectativas o creencias y con plena apertura y aceptación.
Sus beneficios son tan importantes que existen terapias psicológicas que usan mindfulness dentro de su estructura y sus programas, tales como la Terapia Dialéctico-Conductual y otras para reducir el estrés. Sin embargo, ¿en qué consiste realmente?, ¿por qué se ha vuelto tan popular? y ¿cómo influye en nuestro bienestar físico y emocional? Descúbrelo en este artículo.
¿De dónde viene el mindfulness?
Data de hace 2.500 años cuando Siddharta Gautama, también conocido como Buda, empezó su camino de autoconocimiento para encontrar el equilibrio de su bienestar emocional, mental y físico.
El artículo
Conociendo Mindfulness explica que este término en inglés es una "traducción de la palabra Sati de la lengua Pali, en la que se encuentran escritas las colecciones más antiguas de los textos budistas. Sati, en la terminología budista, se refiere al presente y como término psicológico general conlleva el significado de «atención» o «consciencia»". Algunos traducen este término al español como Atención Plena, Plena Consciencia, Presencia Mental y Plena o Consciencia Abierta.
"Esta práctica, enseñada por Buda, tiene como fin la eliminación del sufrimiento y demás emociones destructivas, ya que desde el punto de vista budista, tanto la felicidad como el sufrimiento no dependen fundamentalmente de las circunstancias externas, sino de la propia mente", nos aclara el estudio
Mindfulness: conceptos generales, psicoterapia y aplicaciones clínicas.
Para
Jon Kabat-Zinn, conocido referente mundial de mindfulness y fundador de la Clínica de Reducción de Estrés en el Centro Médico de la Universidad de Massachusetts, mindfulness significa "prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar".
Él introdujo esta práctica dentro del modelo médico occidental hace más de treinta años, para el tratamiento de problemas físicos, psicológicos, dolor crónico y otros síntomas asociados al estrés.

¿En qué consiste?
Aunque creemos tener el control de nuestra atención, la realidad es que estamos constantemente atendiendo pensamientos acerca del pasado o del futuro. Mindfulness permite reconocer lo que está sucediendo mientras está ocurriendo, aceptando activamente el fluir de la experiencia tal cual se vive. De esta manera, aunque experimentemos algo desagradable, podremos ahorrarnos el sufrimiento añadido de tener que lograr que aquello desaparezca.
El mindfulness ha venido desarrollándose y abarcando espacios dentro de la ciencia y las terapias, como una filosofía oriental consolidada y una de las herramientas con mayor impacto positivo para el manejo de la ansiedad. Incluye los siguientes aspectos:
1. Atención:
Consciencia plena de lo que está sucediendo, lo que estás experimentando o sintiendo en el momento presente. El secreto de lo vivo está en el aquí y ahora.
2. Apertura a la experiencia:
Capacidad de observar la experiencia sin interponer el filtro de las propias creencias. También implica apertura a la experiencia negativa y observar lo que ocurre con curiosidad.
3. Aceptación:
Al observar con atención plena tu presente, lo aceptas, sin juzgar, sin analizar y sin categorizar. Ni siquiera rechazas los pensamientos negativos. Si estos llegan, solo obsérvalos.
4. Dejar pasar:
Consiste en desprenderse, desapegarse de algo a lo que nos aferramos. El afán de aferrarse choca con una característica básica de la realidad: la temporalidad de las cosas. Nada en el mundo material es estable durante mucho tiempo.
Beneficios del mindfulness en el bienestar integral
- Se está considerando en algunas empresas, instituciones y corporaciones como una práctica relevante en las áreas de desarrollo integral de sus miembros, para gestionar el estrés, aumentar el rendimiento y satisfacción personal.
- Desarrolla la inteligencia emocional y un mejor desenvolvimiento como ser humano.
- Ayuda a prevenir algunas complicaciones de salud asociadas a la depresión, ansiedad, trastornos alimentarios, trastornos del estado de ánimo, trastornos de personalidad, etc.
- Activa la creatividad.
- Potencia el rendimiento deportivo.
- Favorece la memoria y concentración.
- Ayuda a combatir el insomnio.
- Mejora la calidad de vida de pacientes con cáncer.
El
Instituto Superior de Estudios Sociales y Sociosanitarios de España comenta: "Practicando mindfulness vamos a cambiar nuestra mente y crear las condiciones necesarias para calmarla y así ver con claridad la realidad que nos rodea, solucionando los problemas que antes éramos incapaces de resolver. La atención plena nos ayuda a recuperar nuestro equilibrio interno, mejorar nuestra autoestima y gestionar con acierto las tensiones de la vida diaria".
¿Y cuándo podemos practicarlo? Cualquier momento es perfecto. Recuerda que se trata de dejar de vivir en "modo automático" y tener consciencia plena de lo que estás haciendo. Disfruta, ama y agradece lo que experimentas al vivir.

Recomendaciones para practicarlo
1. Menos es más: realiza algunas prácticas iniciales cortas que te ayudarán a formar rituales. Por ejemplo, haciendo pequeñas pausas de 3 minutos durante tu día.
2. Elegir entre un entrenamiento formal o informal: de manera formal lograrás niveles más profundos de concentración, pero debes comprometer al menos cuarenta y cinco minutos al día para conseguirlo. Con la práctica informal puedes usar diferentes acciones de la vida cotidiana para aplicarlo, por ejemplo, mientras lavas los platos.
3. Prácticas para un entrenamiento formal:
- Adopta una postura cómoda y erguida que te permita conectar con el momento presente. Cierra los ojos y pregúntate: ¿cuál es mi experiencia ahora mismo? Analiza tu respuesta según tus pensamientos, sentimientos y sensaciones físicas.
- Reconoce y registra tu experiencia tal como es en ese momento, incluso si hay aspectos desagradables.
- Dirige tu atención a la respiración, siguiendo el recorrido de cada inhalación y de cada exhalación, una y otra vez. Siente el fluir del aire entrando y saliendo de tus fosas nasales. Percibe con cuál fosa respiras mejor.
- Amplía tu campo de consciencia desde la respiración, de modo que incluya la percepción del cuerpo en su totalidad, tomando en cuenta el entorno en el que estás. Al terminar, abre los ojos.
4. Prácticas para un entrenamiento informal:
- Ralentizar: selecciona alguna actividad que hagas en "piloto automático" y, en vez de eso, hazla en cámara lenta. Por ejemplo, lavarse los dientes.
- Sonreír internamente: establece una pequeña sonrisa apreciable para uno y prácticamente desapercibida para el resto. Esto nos recuerda la felicidad de estar vivos.
- Practica la desidentificación: aprende a poner atención no solo en aquellas actividades que te gustan, sino también en aquellas que no te gustan o que te son indiferentes.
- Aprovecha situaciones cotidianas: aplica mindfulness mientras te duchas o peinas, al cocinar, al hacer aseo, en la fila de un supermercado, etc.
- Disfruta el silencio: come sin compañía de vez en cuando y en silencio para disfrutar cada alimento. Dedica cada día unos cinco minutos a la atención plena de tus comidas.
5. Recordatorios: puedes usar la tecnología y poner distintas alarmas durante el día que te recuerden la práctica consciente.
Aparta tiempo para ti
Con mindfulness puedes aprender a transformar cualquier momento en el que podrías sentirte víctima de las circunstancias, en un momento de honestidad, iniciativa y confianza.
¿Cuántas veces al día dejas lo que estás haciendo y tomas un descanso?
¿Realmente tomas un descanso y no haces nada por unos instantes?
La mayoría de las personas van de una actividad a otra a lo largo del día y ni siquiera se detienen para disfrutar una taza de té.
Una vida sin interrupciones nos mantiene en el modo hacer, ¡hacer y hacer! Y esto es una de las grandes causas del estrés. Por eso, toma algunas pausas a lo largo del día.
Desde OK to Shop te invitamos a que pruebes estos ejercicios diariamente para que así mejores tu calidad de vida, junto a una alimentación equilibrada y actividad física regular.